Hace diecisiete años, Ronald y
sus amigos me regalaron una televisión JVC 29 pulgadas. Fue en una raspadita,
un mes antes del mundial. Un golazo desde todos los ángulos. Los detalles los
pueden encontrar ACÁ
Año 2015, año de elecciones
nacionales. Sacando a algún tapado del oficialismo, parece que la cuestión se
define entre Macri, Scioli y Massa. Los tres ya se largaron a una campaña
violenta y no se ponen colorados a la hora de echar mano a cualquier recurso
para hacerse de un voto.
¿Qué carajo tiene que ver una
cosa con otra? Te cuento.
Después de ochocientos partidos
de fútbol, alguna que otra película romántica y todo el abanico infantil que
forma parte del chupete electrónico que nos da el respiro diario fundamental,
la JVC dijo basta y falleció dignamente. Fue muy lindo mientras duró. Costó deshacerse
de ella porque el valor sentimental era fuerte. Así fue que, después de
someternos a un par de técnicas de psicología por internet, con mi jermu tuvimos
la fortaleza suficiente como para agarrar el enorme aparato y depositarlo en la
calle. Y luego, abrazados debajo del pórtico, lo vimos marchar en el manubrio de
la bicicleta del muchacho que se lo llevó apenas lo pusimos en la vereda.
Tres días después de este suceso,
tocaron el timbre de casa. Señorita con tacos y exceso de revoque preguntó por
el dueño de casa. Soy yo. Bien, necesito que me dé sus datos completos. Y
usted quién es. Vengo de la Municipalidad de Tigre a acercarle una notificación. La puta
madre, saltó otra deuda (la puteada fue mental). No deben nada, su casa
salió sorteada entre otras setenta mil y se ganó el premio que entregamos a
quienes están al día con la tasa municipal. Apa.
El LED 32 pulgadas LG lo tengo
que buscar en un par de semanas, en acto formal donde nos tomarán fotos
recibiendo el premio, para luego subir a la página y poder mostrar que hay
vecinos que son recompensados por no atrasarse con una cuota que trepa
desenfrenada mes a mes.
Massa, mi ahora gran amigo: contá
con mi voto. El de la patrona no te lo puedo asegurar.
jajajajjajaa que O G T!!! Grande Massa, ahora pasá por casa!
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