Tips
elementales para no morir subyugado por esta tecnología del orto
Okey, le doy la derecha al que dijo que whatsApp es una de las innovaciones tecnológicas más trascendentales desde que se inventó un control remoto que viene con abridor de cerveza y un dedo con punta para rascarse.
Pero
eso no nos exime de manejarnos con prudencia y seguir algunos lineamientos
básicos, que hoy traduzco en estos siete tips elementales, fundamentales y
esenciales para que esta tecnología del orto no termine subyugándonos por
completo. Tomen nota.
1.
Escribir palabras abreviadas o cambiando letras es de adolescente. O sea, si
sos uno de los que vio en directo el gol de Maradroga a los ingleses mientras
te bajabas una kesbun, entonces ya NO tenés edad para usarlas. Es como la
veterana que se hace el mismo peinado que su hija y en la fiesta de quince
bailan juntas la macarena como si nadie se diera cuenta de que entre las dos
hay por lo menos siete mundiales de diferencia. Usá lenguaje adulto. Hacéme y
hacéte ese favor.
2. Manejáte
con mesura a la hora de meterte en un grupo. Si tu hijo va a clases de karate
no hace falta que te sumes al grupo de padres. ¿De qué carajo van a chatear?, ¿de
que si pagás la cuota en término el profe te hace descuento en la tintorería?,
¿de la filosofía de Bruce Lee de buscar el no camino como camino y la no
limitación como limitación? En serio, huíle a los armadores de grupos
compulsivos si no querés caer en algún tipo de trastorno psicosocial.
3.
Las preguntas generales al grupo SÓLO se responden cuando agregan valor. Si por
ejemplo una integrante del grupo de madres de hijas que hacen gimnasia rítmica
pregunta a las otras setenta y cuatro madres si alguna encontró el gel que su
hija olvidó en el salón de ensayos, no es necesario, repito NO. ES. NECESARIO.
que las setenta y cuatro contesten "yo no". El silencio es
suficiente.
4. El
entusiasmo por pasar un video o foto o comentario jocoso puede ser un atentado
contra tu estabilidad laboral o familiar o conyugal. Contá hasta treinta y fijáte
bien a quién se lo estás mandando. Si tenés un grupo con ex compañeros de celda,
aseguráte de buscarle un nombre bien representativo y fácilmente identificable
porque cualquier mínima confusión puede ser letal. Mandar a tus suegros un
video de tu último viaje “de pesca” con esos amigos, en donde lo más inocente
que hicieron fue enhebrarse a un pato silvestre, puede generarte un quilombo
del que no te va a salvar ni Caruso Lombardi.
5.
No tengas a tu jefe en WhatsApp. No sólo para evitar que te tenga agarrado de
los huevos las veinticuatro horas del día sino también para achicar al máximo
las chances de algún desliz que puede salirte caro. Cuando por ejemplo querés
mandarle a tus compañeros de laburo un chat diciendo algo como “che, ¿vieron
cómo se vino hoy el chancho enjabonado?” y en lugar de mandarlo a ese grupo se
lo mandás a tu jefe, conocido justamente como chancho enjabonado.
6. El
respondedor con delay debe ser desterrado de cualquier grupo. No hay que
tenerle piedad al tipo que te sigue una conversación que terminó hace como
cinco temas. Escarnio público a esta clase de especímenes que vienen con menos
timing que Mauro Laspada con ligamentos cruzados. Y el mismo trato para el
flaco que te manda una foto acariciando una marmota de vientre amarillo en el
Parque Nacional Yosemite o ensayando una cabriola en los Alpes austriacos
mientras vos tratás de terminar un informe para tu jefe mirando por la ventana
un paredón con la pintura saltada.
7. Si
sos un macho que se precia, nunca pero nunca pero nunca never ever escribas
palabras como okis, holis o similares. Tampoco uses emoticones salvo que estés
en pleno revoque fino para levantarte a esa mina que se pasa de sensible. Pero si
no, no. Nunca. Conductas como éstas son comparables o incluso peores que tararear
una de Cristian Castro en el bondi o calzarse una musculosa negra adentro del
nevado y recorrer la avenida Pueyrredón acomodándote el jopo mientras te mirás
en una vidriera cada cinco pasos que das.
Así
que ya saben, amigos y amigas. Mesura, prudencia, cordura. El WhatsApp no es
para cualquiera.
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