Avatares en el tren


Le ponés onda, tenés billete

El trío andaba con todas las ganas de ser un grupo de música diferente.

La mina del charango la descosía a puro carnavalito, buen ritmo, diez puntos la armónica.

Buena onda que el pasaje no pusiera esa cara de orto que suele poner cuando uno de éstos rompe el silencio y ya no se puede seguir leyendo el libro, hojeando el diario o escribiendo para el blog.

Hasta ahí más o menos lo de siempre. Buena música pero no parecía ser más que un grupo del montón que se pasea por los trenes buscando la moneda salvadora. Y la clave es pegar onda con la gente, como sea, porque si hay amor hay billete.

Y el idilio arrancó cuando los otros dos pelaron máscara de los pauer reinyers y se animaron a un baile cruza de malambo con reguetón. Después se pasearon por los pasillos sacudiendo los brazos y moviéndose onduladamente como un par de primates al salto por una galleta.

La escena parecía sacada de cha-cha-cha, pero terminó el número y todo el mundo se puso. Hubo amor.

***

Mejor cada cual a lo suyo

Es un clásico. De golpe ves que todos los que están sentados parecen desmayarse como si les hubieran disparado un somnífero violento. Y al toque aparece una embarazada o alguien que aplica para un lugar.

Fue un helado de dulce de leche para la infaltable y auto proclamada defensora del pueblo, que a grito poco disimulado preguntó si no había algún caballero dispuesto a darle el asiento a la señora algo mayor que acababa de subir al tren.

No hubo ninguno de esos que se mandan al frente solos pegando un saltito acompañado de un no-la-había-visto-por-supuesto-señora-siéntese. De esos que pierden su asiento y se bancan que le agradezcan a otro y que encima les pongan cara de hacéte-el-boludo-vos.

Pero esta vez hubo sólo silencio. Silencio atroz versión Ahumada. Y nadie se movió.

La defensora, mucho más cerca de una Diana Conti que de una Stolbizer, no iba a perder esa cruzada, de ninguna manera. Así que encaró al que tenía más cerca y sin mucha vuelta le pegó un sacudón.

¿No te da vergüenza seguir ahí sentado mientras esta pobre anciana a duras penas puede mantenerse en pie? Por gente como vos estamos como estamos. Ya no existe el respeto ni la consideración. Ver-güen-za.

Había dos salidas. O le fajaba treinta y cuatro puñaladas como en el tango, o bajaba la cabeza, cedía y se fumaba la humillación. Pero el flaco agarró por otro camino.

Disculpe señora, ¿nos conocemos de algún lado?, ¿de dónde tanta confianza?

La movió de su guión. Y no le dio tiempo para reaccionar.

No le voy a dar el asiento a la señora porque considero que no lo necesita. Ahora, si la señora realmente lo necesita, porque tiene alguna complicación que nosotros no podemos ver, entonces sin necesidad de gestores puede ir a la punta del vagón donde hay lugares reservados.

Silencio atroz interrumpido por alguna carcajada socarrona. La defensora al mazo y cada cual a lo suyo.

***
El feo durmiente

Prima Ro siempre me dice nene esas cosas sólo te pasan a vos. Puede ser.

Venía de la facultad, tarde, y me bajé en la estación de San Fernando. Tenía que cruzar la vía y no soy de los que corren por el andén chocando gente para ganarle al paso del tren. Así que esperé que terminara de pasar. Mejor hubiera corrido.

El pedazo de durmiente -sí, un pedazo de durmiente- salió despedido desde una de las ventanillas y me dio de lleno en la gamba.

Fueron dos, tres segundos de repasar mentalmente si algo tan insólito podía estar pasando. Un dolor de la gran puta me decía que sí.

Lo más loco de la situación fue que nadie vio nada, salvo la octogenaria que estaba pegada a mí y que mandó un gritito cuando lo sintió pasar tan cerca. Faltó poco para que la tuvieran que levantar con espátula.

Al principio la gente ni bola. Tuve que agarrarme de la baranda porque la gamba me temblaba como loca. Cuando me levanté el lompa ahí sí se me acercaron algunos, que me miraban con ceño fruncido y haciendo la ese para adentro. Dos flacos me levantaron y me llevaron hasta un banco.

Busqué testigos porque ya me relamía, de mínima, con un pase para viajar forfrí todo el año. Mirá que sos miserable me dice siempre Nick. Sí, puede ser.

La ambulancia llegó con todo el show de luces y sonidos y yo no sabía dónde carajo meterme.

En el hospital me dijeron fisura y me pusieron férula. Tardé en contar lo que me había pasado, preferí algo así como que los habilidosos del balonpié corremos siempre estos riesgos, quedaba más chic. Mirá que sos careta me dice siempre mi mujer. Sí, puede ser.

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12 comentarios:

  1. comparto la opinión de Prima Ro

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  2. Te olvidaste de contar la parte en q tu pobre mujer recibió un llamado, tipo 23hs, desde una ambulancia y casi infarta... no me acuerdo si del susto o del ataque de risa x lo insolito del caso

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  3. medio pelo... igual una duda, no le hiciste nada a TBA o de ahí salió algún cambio de coche... más teniendo hermano vívora...

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  4. juaaaa, pago por verle la cara a la defensora!!! Igual admito que alguna vez jugue ese papel... Odio que se hagan los bolu cuando sube una embarazada y mas odio la cara de "disculpa no te vi".

    Caro

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  5. Para esto estuve esperando una semana?
    Qué pasó, se te mojó la pólvora?
    Dejaste de viajar en tren y ahora vas en auto?
    Hasta la próxima semana... sigo rumiando el glosario del golf...

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  6. Si hay amor hay billete, buena frase, distinto sería si la das vuelta.
    buena colección, aunque me van más las que cuentan una sola anécdota, cuestion de gustos.

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  7. A mi me gusto pero lo que pasa es que a este le toco justo venir despues del de golf que fue superlativo!

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  8. mortal lo del asiento, si lo veo lo aplaudo!
    Al final no le sacaste el fripas?

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  9. Anónimo 1, ¿la conocés a Prima Ro?, ¿me conocés?, ¿te conozco?

    TJ: insólito, absolutamente. Mi vida es un insólito constante y hasta ahora mi mujer no infartó (hasta ahora).

    Anónimo 2: a TBA no le saqué nada por la vía formal, pero sí me colé cada vez que pude durante un año. Mi hermano se me cagó de risa.

    Caro: más de una vez fui, involuntariamente, uno de esos que no dejó el asiento. Y a la defensora ocasional me la quise comer cruda.

    Fierro: me debo a mi púbico, haré todo lo que esté a mi alcance para que esto no decaiga... pero te aviso, un comentario más de estos y no lo contás.

    MC, decíme que no sos de los que buscan amor con un billete en el bolsillo.

    Gracias canalla, atención al próximo post que trae una perlita para vos, muy sutil.

    saraza, yo no lo aplaudí porque la defensora estaba que ardía y tenía una cartera grande.

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  10. che, Tejota, toda la onda! te llaman de una ambulancia y te da un infarto de risa, como esta la gente de hoy en día!!! Y a vos Pejota, sos el mismo meado por los gatos de siempre, q´va "C"?
    Por otro lado, me parece que a TBA le sacaste algo mas, algunos adornos (ZZZ ZZZ) a una parrilla que no existe mas, pero bue, algo queda en la galería, no?
    José P.

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  11. ¡Lo del asiento está buenísimo! Esos que te tiran la Argentina encima porque no dejás el asiento ... y si fuesen ellos los "sentados" se hacen pasar por embarazadas, posoperatorio, rengo, pata de palo, o lo que venga ... ¡Justicia!

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