Mameluco viene con delay


M'Busaka es un morocho muy morocho con cara de bueno. Es el dueño de la posada donde todavía fica Mameluco, donde fica de garrón desde que se cumplió la semana que garpó por adelantado.

El día que Mameluco llegó arrastrándose después de caminar desde el aeropuerto, M'Busaka lo esperó en la puerta de la posada porque no había ningún cartel ni numeración que la identificara. M'Busaka prefería el bajo perfil porque su boliche venía flojo de papeles y durante el mundial los inspectores se pusieron especialmente rompe huevos.

Mameluco llegó de noche y ahí se encontró con una sonrisa blanca gigante flotando en el aire y moviéndose para los dos lados. Al resto de M'Busaka sólo pudo verlo cuando el morocho se le fue encima y casi lo ahoga con ese abrazo que pretendía ser cariñoso. Con un par de palmaditas en la espalda le preguntaba a los gritos que cómo estaba la familia. Le decía sobrino y no lo soltó hasta que cruzaron la puerta de la posada. Eran igualitos, capaz que pasaba por sobrino.

Una vez que M'Busaka se aseguró de que ya ningún botón lo viera en orsay recibiendo huéspedes, llevó a Mameluco hasta su habitación. Recorrieron unos pasillos tan oscuros como la gente que se le cruzaba y le echaba miradas magnum, y llegaron hasta una sala común que estaba llena de morochos embanderados con los colores de Nigeria frente a una tevé siete pulgadas blanco y negro.

Siguieron un poco más y M'Busaka le señaló su habitación. Mameluco entró y se encontró con cuatro cuchetas de tres camas cada una. Es que la promo venía con habitación compartida. En el centro de ese habitáculo que no tenía más de diez metros cuadrados, cinco posesos practicaban un ritual que consistía en clavarle agujas a un muñeco gordo, petiso, barba zorrino, brazos cruzados y mentón hacia arriba. Llevaba la diez de Argentina y la tenía adentro (a la aguja). Mameluco saludó tímido y quiso pasar desapercibido, pero fue imposible. Los nigerianos le hablaron con señas y lo invitaron a sumarse a la ronda. No le dieron mucha opción y ahí estaba Mameluco pinchando y maldiciendo al diego.

Según M'Busaka le contó más tarde a Mameluco, los nigerianos habían llegado para ver a su selección pero los engramparon con entradas falsas y tuvieron que quedarse a verlo en la posada. Los restos no comestibles del gitano que se las vendió fueron repatriados ese mismo día.

Mameluco decidió archivar la camiseta argentina y se calzó la de Platense, el club de sus amores. Total, si fuera del gran Buenos Aires nadie conoce al calamar, qué mierda se iban a dar cuenta los morochos de que era un club argentino. Les dijo que eran los colores del campeón uruguayo, que tenía ciento por ciento sangre charrúa.

Los grone terminaron su ritual y se fueron todos a la sala común. Mameluco le había pifiado fulero cuando cambió la hora y creyó que tenía tiempo de sobra para desensillar y pegarse un buen baño. Lo último lo dejó para otro momento porque no había agua caliente y porque además el jabón usado estaba que parecía un chimpancé. Pero sí se tiró un rato en la cucheta más alta y sólo se despertó a las dos horas cuando se prendió de golpe la boca de ventilación que le pasaba a diez centímetros de la cara.

Cuando salía de su habitación, Mameluco se cruzó con los morochos que se paseaban con el muñeco prendido fuego.

(Qué feo sonó esta frase).

Los oscuros andaban con una cara de orto que no se podía creer. Mameluco empezaba a preguntarles si podía serles útil en algo pero justo apareció M'Busaka que desde atrás de una puerta le hizo gestito de acercate. Con mano tapando la boca le dijo muy despacio que serles útil en ese momento sólo podía significar una cosa y que no se lo recomendaba. Que mejor no hacer migas con ellos en ese momento porque la derrota contra Argentina les había pegado duro y estaban intratables. Pero si todavía no jugaron. Sí, ya terminó. Dale pa no me jodas.

Ya habían jugado posta.

Mameluco corrió a la sala común y la encontró vacía. Había restos de gallinas, maíz y algunas velas consumidas. Creyó ver también la yema rebanada de un dedo pero no podía asegurarlo.

La tevé blanco y negro seguía prendida. Estaban pasando el resumen del partido comentado por alguien que hablaba un idioma totalmente desconocido para Mameluco. Llegó, sí, a interpretar algunas frases porque los gestos del comentarista eran alevosos. Era nigeriano y no le daba la lengua para putear más.

Mameluco no sabía si cortarse un huevo por haberse perdido el partido o si encerrarse en un ropero para pegar un par de gritos por el debut con triunfo.

Cuando Mameluco ya iba por la septuagésima tercera vez que veía la palomita del gringo y las celebraciones poco estéticas del diego, se cortó la luz en toda la posada y el pobre quedó en medio de las tinieblas de la sala común.

Salió a tientas y avanzó por el pasillo agarrándose de las paredes. Los nigerianos podían estar parados allí y él nunca los iba a ver. Cuando pudo llegar a su habitación y abrió la puerta, el olor le fue directo como trompada al mentón y lo dejó tambaleante. Ahí estaban los once rúnmeits que le habían tocado en gracia. Su cama era la única libre. Once respiraciones palpitantes, once torsos descubiertos y hediondos, once nigerianos que le iban a hacer compañía copada durante su estadía en la posada de M'Busaka.

Fin de la primera jornada de Mameluco en tierras sudafricanas. Sorry el delay, pero Mameluco escribe los informes en una remington que M'Busaka le presta a cambio de darles una repasadita diaria a los dos baños que comparten los sesenta huéspedes. Los escribe en la máquina de escribir y los manda por fax. Veremos con qué nos viene la próxima.

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16 comentarios:

  1. Excelente relato! Mameluco esta pasando los mejores días de su vida!

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  2. Tremendo Mameluco!! este personaje se deja querer eh! lo del muñeco prendido fuego me-ma-to, jajaja!!

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  3. por que el palito gratis para el calamar eh??? claro... si vos sos hincha del barcelona no? un consejo registrá al personaj de mameluco poruqe va a hacer estragos!!

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  4. Mameluco ya debe estar ahorrando para Brasil !!!

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  5. fue mucho mas grave perderse la macumba de los nigerianos que el partido!!! lo que debe haber sido eso!!! jaja.
    Pluma por qué no te corres y dejas que mameluco cuente todo el?? te esta opacandoooo!! jajaja

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  6. jajaja, muy bueno e ilustrativo!!

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  7. EXCELENTE!! Queremos seguir leyendo mas sobre mameluco!!

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  8. algo me dice que a Pluma no lo vemos más! Mameluco está arrasando!

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  9. Lo de mirada magnum estuvo muy bueno.
    El tema es que leer un solo post de mameluco me deja de cama. Termino demacrado. No recuerdo otro en donde me haya metido tanto en la historia cual buen libro de novelas.
    Lastima que está escrito por vos...je
    Abrazo y ponete las pilas que necesito al pibe

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  10. Se, Se. Muy lindo! Pero si Mameluco escribe sus crónicas y te las envía por fax. ¿El relato no debería ser en primera persona?

    Queremos el texto "sic-sic" de Mameluco. Pluma, colgá el tintero!!!

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  11. Muy bueno pluma, como siempre. Pobre gitano vendedor de entradas truchas ...... Abrazo. PP

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  12. Jajaja!! Tremendo, muy bueno posta!

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  13. estoy en un civer aprobechando que el duenio de esta computadora se fue al vaño asi que voy a aclarar una sola cosa y es que yo no escrivo las cronicas solamente mando informes por que tengo algunas faltas de hortografia hasta la proxima y grande pluma

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  14. JUAS!!!! Me-ma-tó el jabón-chimpancé!!!! Solo pensarlo me da asco...
    Hablando de Roma, Pluma, a ver si te acordás (puede dar para un post): cuando fuimos a Martín García, uno de los presentes (PepePi) fue a darse una ducha en el baño del camping. A la vuelta, ante la consulta sobre el inconveniente capilar del jabón, con soltura nos indicó que simplemente lo había depilado antes de usarlo...

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  15. che, ¿no es jueves hoy?. Pluma, ¿que pasó? ¿te ofendiste xq todos prefieren a Mameluco?

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  16. Muy bueno, Pluma, qué rotura de orto se comió el Mameluco, se inmoló por el equipo, pobre campeón.

    Tus relatos son fantásticos, Plumas, geniales; lo peor de tu blog somos tus lectores, somos vuelo de buscapies al lado de tremendo cóndor. Estás para tantísimo más.

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