El subte apesta a cualquier hora


En el primer intento hago agua porque voy directo a la boca donde todos suben. Hasta la escalera sube. El aire sauna también. Miro como quien no quiere la cosa y veo que la de bajar está a casi una cuadra y además hay que cruzar la avenida para llegar. No hay forma de embocarle de una, ni para entrar ni para salir.

No es hora pico porque en hora pico no te piso un subte. Pero lo mismo está hasta las manos.

En el hall hay un James Brown versión cono sur que la rompe toda. El subte está lleno de tipos como éste, tipos a los que les picó el bicho de la música en el lugar y en el momento equivocados. Talento ninguneado por autómatas que prefieren poner el ipod al taco y lesionarse los oídos con Daddy Yankee o Don Omar, altos poetas.

Bajo al andén por la escalera mecánica. Y voy parado, porque para eso es mecánica: yo me quedo quieto y la escalera me lleva. El que esté apurado que salga con tiempo. El que quiera hacer ejercicio que suba por la fija. O que se anote en Megathlon si le da el cuero para gatillar tres gambas mes pagando semestre adelantado sabiendo que se abandona a las dos semanas. Pero no hay caso, el control remoto de la masa viene sin pause.

Permiso, señor, permiso. Libere el lado izquierdo por favor.

La pendeja ésta se cree que estamos en la Panamericana, dejáte de joder. Pero lo que en realidad me duele más es el señor en medio de la frase. Me quedo quieto porque, lo dijo Don Rodrigo, mi honra está en juego y de aquí no me muevo. Me chistan pero a ver si me entendés: no me voy a mover.

Llegamos al andén pero nos hacen esperar al segundo tren porque tienen prioridad los señores piqueteros de pasaje subsidiado. Hoy toca bardo en lugar y causa a confirmar.

Mientras espero, me acerco al quiosco de revistas y me sumo a los consumidores de tapas. Lo que llama la atención, obvio, son todos esos retratos femeninos en primer plano y en posiciones de lo más espontáneas. En la otra punta sobresale un titular en letra casi catástrofe, en amarillo violento sobre fondo negro. Es la revista Barcelona, que en nueve de cada diez números pela una tapa que es para aplaudir de pie.

Por una de esas casualidades, la puerta se abre justo donde estoy parado. Sigo la lógica de primero dejar salir y después mandarse, pero la presión del ganado me arrastra para adentro y me llueven las puteadas de los que buscan la salida. De golpe entiendo lo mal que la pasan los pobres flacos de atención al cliente de cualquier empresa cuando tienen que fumarse reclamos por cagadas que hacen los de atrás.

La masa es impenetrable en todos lados menos en el subte. Parece al tope pero sigue subiendo gente y la presión es cada vez mayor. Suelto el bolso y me llevo la mano a la cabeza porque se me posó un mosquito y la verdad que no llego a ver si es un aedes aegypti o el de siempre. Ahora que la prensa dejó de ocuparse de la gripe A y le vuelve a dar bola al dengue, le tengo más cagazo al mosquito que al emo que me está estornudando encima. Liquidado el mosquito, trato de llevar el brazo a su posición original pero un obeso se me pega como chicle y su buzarda queda en medio del recorrido. Así que tengo que dejar el brazo ahí arriba, como si estuviese haciendo el saludo militar.

Al que tengo en frente lo conozco de algun lado pero no puedo sacarlo. Si fuera treinta centímetros más bajo diría que fue el muchachito de los resortes que le ganó en el salto al más lungo de nuestro equipo y nos clavó un testazo increíble. La cosa se aclara cuando se vacía un toque el vagón y el pobre pibe puede volver a apoyar los pies en el piso. Era.

Estoy parado a un paso de la puerta así que puedo ver de cerca a los dos tipos que acaban de subir. Hay algo que no me cierra porque el clima es sofocante y los dos calzan impermeable largo. Cierro los ojos y me imagino la tapa del Diario Popular: terroristas suicidas hacen volar un subte en pleno viaje. Entre los restos encuentran una blackberry llena de relatos de literatura barata.

Se paran en los dos extremos del vagón y se abren el impermeable al mismo tiempo. Pum. Lo que aparece no es una carga de explosivos sino un par de ridículos disfraces de payaso. Si los payasos siempre dieron pena, no sé cómo definir a éstos. El numerito es para un dos choris sobre diez y nadie les da pelota, como si no estuvieran. Nadie salvo uno que le quiere poner un poco de onda respondiendo un par de preguntas muy boludas y termina sudando tinta china porque lo agarran de punto hasta el final del show.

Me bajo una estación antes porque el subte se volvió a llenar y me falta el aire.

Me bajo una estación antes porque el duo de falsos abdules arranca con otra improvisación y soy número puesto para hacer el ridículo.

Me bajo una estación antes porque el gordo me dejó una aureola en mi camisa de reuniones y hay que ventilar.

Pico y no pico. El subte apesta a cualquier hora.


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15 comentarios:

  1. Estimado JPP, como siempre muy muy descriptivo.
    En el día de su onomástico no esperaba otra cosa que este apestoso cuento.
    Mis felicidades en su día!!
    Axel

    PD: Cuando estás en la escalera mecánica, dejá libre la izquierda, no seas rompebolas! jaaj

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  2. Muy bueno Juampi ! asi que vos sos unos de esos reverendos que no se mueven de la izq de la escalera mecanica..... ese es el carril rapido viejo ! Feliz Cumpleaños !!! Matt.-

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  3. Excelente Juampi. Si entraste en el mundo del subte...la saga da para varias publicaciones. Sería importante que esta la lea Ramón que, además, era usuario habitual del subte.
    Feliz Cumple nuevamente!
    Abrazo Grande
    JMO

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  4. "Stand on the right". Eso dicen los letreros de las escaleras mecánicas de los undergrounds de Londres, y siempre me pareció tan civilizado... Sobretodo porque allá no existe la opción "escalera fija" y gente que vive a contrarreloj, como alguien que conozco, existe en todos lados.
    Lo de la aureola en la camisa espero sea una hipérbole, si no ¡qué asco! P.M.

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  5. "hoy toca bardo en lugar y causa a confirmar", jaja, me mató!
    queremos segunda parte eh! quedó muy bueno.

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  6. hago lo mismo en la escalera, solo que desde la derecha. clarisimamente hay carteles que dicen "no caminar en la escalera"!!
    Impecable.
    Abrazo DG

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  7. Muy bueno pisutti.
    Para subtes raros tenes que ir a mexico, donde estan separados los vagones de mujeres y los de varones, porque las mujeres se quejaban de las "manos".
    Feliz cumpleaños!!!!
    aguante el matador.
    abrazo,
    m

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  8. grande jpp!! a los histèricos de siempre hay q hacerles bajar un par de cambios!!
    el relato no tiene desperdicio!!

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  9. tu cumple? feliz aniversario de natalicio tonces... sino, guardate el saludo y vale para cuando corresponda :-P
    Como siempre, muy bueno! por ahora leer el blog está entre mis cosas que no tienen desperdicio!
    y lo de la escalera, qué cuesta pararse del lado correcto, dejate de joder! jaajja
    La única cagada del subte, no podés escribir en tu bb

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  10. qué lindo que ya no viajo en subte!!!!!!!!!!
    muy buen relato!

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  11. Muy bueno!!JAJAJAJ desde el sur un abrazo grande!!

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  12. Que bueno que ya no viajo en Subte 2 !!!!!!!
    Una de las ventajas de vivir en el fin del mundo.
    Tan descriptivo, q hasta senti el olor inconfundible del subte!
    Caro

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  13. subte: transporte de pobres apurados y sucios.
    colectivo: colectivo? que es eso?

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  14. odio el subte.... odio el olor, la roña, la gente berreta que viaja en él, el calor, los negocios, a Metrovías...

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  15. La escalera mecánica se sube caminando, se tarda menos en salir del sauna!!!!!

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