Las cámaras están al venir


Fueron tres disparos. Con la patrona estamos ensayando el testimonio para cuando la prensa venga a tocarnos el timbre. Ella dice que no conoce de armas pero que puede asegurar, sin repetir y sin soplar, que fueron posta tres disparos y luego los gritos, las corridas, las sirenas y la histeria. Por ahora el timbre no suena.

Sábado santo. Los cacos estaban convencidos de que todo el mundo iba a estar en estado alfa, contemplativo, abstraído del circo cotidiano, esperando la resurrección del hijo del Barbas. Ojalá todos fueran tan devotos. Ojalá todos fuéramos tan devotos. Los vagos creyeron que era ideal para hacer su laburo. Se equivocaron feo.

En casa el partido venía con victoria parcial cuatro a uno. El único en pie era Little J, que para variar no quelía dolmil en su cama polque estaba abulido. No nos quedó otra que ceder, como les pasa a todos en ocho de cada diez situaciones como éstas. Dale, un rato en nuestra cama y después a volar.

Fueron tres disparos. Claritos, como demasiado cercanos. Nuestro cuarto da a la calle, como demasiado a la calle, y por eso escuchamos casi como una exhalación la corrida desesperada de alguien que de golpe pensó que mejor me las pico. Detrás de los pasos llegaron los gritos poco disimulados de dos o tres personas que suplicaban que alguien los agarrase a esos hijos de mil putas que habían disparado. Yo no iba a ser ese alguien, ni en pedo. Me lo impedía una reja y la voz de mi otro yo que me advertía sobre lo desigual que podía resultar un mano a mano entre fierro cargado y tijera sin punta, lo único que tenía a mano.

En menos de treinta segundos, esas dos o tres personas pasaron a ser veinte. Todos vecinos alborotados que se sumaron a la pueblada y armaron un quilombo que ni te cuento. Rastrillemos toda la zona, gritaba uno que no se perdió un solo capítulo de policías en acción. Corrían para un lado, corrían para el otro. No tenían ni puta idea de lo que estaban haciendo, pero ese rato de sentirse paladines de la justicia no se los sacaba nadie.

- ¿Pol qué glitan?

Tan compenetrados estábamos imaginándonos la película a través de la persiana cerrada, que nos olvidamos de la presencia de Little J.

Al toque aparecieron dos patrulleros. Sé que eran dos porque finalmente decidí abrir la persiana y ver qué mierda pasaba del otro lado. Ni cinco minutos habían pasado. Bien por Massa, un especialista en hacer fulbito para la tribuna pero que, esta vez, la pegó con eso de poner cámaras por todos lados.

Despliegue policial, gente enardecida, espectáculo casi asegurado. Pero la cosa entró en una calma chicha justo cuando yo me había acomodado, puchito en mano, para reeditar en vivo los míticos sábados de super acción. Ya casi resignado, me mandé a lavar los dientes pero enseguida volví sobre mis pasos porque un alarido se clavó como puñal en esa quietud que parecía definitiva. Habían atrapado a uno de los chorros, en la esquina, a metros de nuestra ventana. La turba en desbande volvió a formarse y se lanzó a la carrera al grito de "vamo todooo, a este no le van a quedar ganas de chorear nunca más en su vida".

La reja de la puerta ventana no me dejaba asomarme lo suficiente como para ver lo que estaba pasando en esa esquina. Cómo mierda no se les ocurrió agarrarlo un poco más cerca. Yo podía ver sólo la mitad, y fuera de joda los tres canas hacían lo imposible para evitar el linchamiento. Volaban puntinazos y trompadas al ritmo de aullidos llenos de furia.

La madre del chorro capaz que sí estaba echándose unas plegarias por semana santa, porque la llegada de dos patrulleros más fue la salvación para su hijo.

El primer movil paró justo frente a mi ventana. Enos Strate y Rosco P. Coltrane me miraron feo y me hicieron señas para que me guardara mientras tiraban los restos de pizza al asiento trasero.

El segundo patrullero venía flojo de llantas así que cuando clavó frenos derrapó como media cuadra y frenó a medio metro de un gordo que descansaba en el cordón, de todo lo que había pegado, y que vio pasar toda su vida frente a sus ojos.

Los gorras dispersaron a esa horda de posesos y se llevaron al reo. Por delante de nuestra ventana desfiló un tipo de unos sesenta y largos que venía apoyándose en dos más pendejos que serían sus hijos. Arrastraba una gamba y maldecía su mala leche porque se había desgarrado mientras corría al encuentro del caco. Pero la sonrisa no se la sacaba nadie: se ufanaba de haberle dado murra como para que el vago no se olvidara nunca más de esa noche. Los hijos lo alentaban y el viejo se agrandaba más. Estuve a punto de batirles que pegarle entre varios a un pobre pibe esposado y sin posibilidad de defenderse no es lo que se llama una actitud valiente, pero al final decidí que no porque todavía no tenemos pensado mudarnos.

Pasaron otros seis o siete justicieros más que habían participado de la paliza. Estaban con un nivel de excitación como desproporcionada y querían sangre, se les notaba en los ojos. Propusieron hacer guardia en la comisaría y meterle bala al chorro si es que la yuta decidía largarlo. Tremendo.

Parecía que la joda se acababa ahí, pero aparecieron otros dos patrulleros con todo su show de sirenas afónicas y gritos superpuestos. Empezaron a golpear con fuerza el portón del vecino: "somos de las fuerzas del orden". Fuerzas del orden, dejate de joder. ¿No podían decir policías? "Estamos buscando el arma que participó del ilícito. El reo la habría arrojado en una de estas residencias".

Listo, me cambié lo más rápido que pude y salí. Lo único que me faltaba era que Little J o el Malevo encontraran el chumbo al día siguiente. Sólo me faltó peinarme porque ya me veía haciendo declaraciones frente a las cámaras. Tardé menos de cinco minutos en salir pero cuando llegué a la calle ya no quedaba nadie. Ni los canas, ni los vecinos, ni las cámaras, ni CSI cercando la zona para levantar evidencias. Nadie, pa, un desencanto.

Me terminé el puchito, entré y lo llevé a Little J a su cama. Mientras intentaba dormirme repasaba mentalmente todo lo que había pasado y respondía para adentro las preguntas básicas que me va a hacer la prensa, que todavía no nos tocó el timbre.


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18 comentarios:

  1. Jpp!! es la primera vez q soy primera en comentar! Que emocion!!!!
    Buen relato, como siempre. Encontraron el chumbo finalmente? Posta.. no vaya a ser que la encuentren los pendex...

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  2. Henos y Rosco!!! jajaja!!! mostraste la hilacha jpp, dudo que el 80 % de los que leen tu blog sepan quienes son!!!!!
    Que risa el gordo que vio pasar su vida en un minuto... pobre pibe descansando de pegar y casi se lo lleva puesto el cana, muy bizarro, jaja!

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  3. Excelente, de lo mejor que te leí en estos ultimos tiempos!!
    Al anonimo anterior: no solo enos y rosco lo mandan al frente... ojo tambien con sabados de super accion.

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  4. espectacular el relato , y la patrona? dormia placidamente o miraba por la ventana del living? que paso con el elemento de trabajo del caco?

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  5. otra para deschavar la edad de jpp: "sin repetir y sin soplar" jajaja.
    excelente el relato!!

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  6. Fuerzas del orden?? Naaaaaah, no podesssss... Y mucho menos que un cuivil mande "rastrillar la zona", jaja.
    Ahdiero excelente post!!

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  7. Si te hace sentir realizado me puedo colgar una camara al hombro y te toco el timbre, te va?

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  8. No llegaron las cámaras, porque estaban ocupadas con el que tiró el auto al rio. Pero nuestro "jorge Pizarro" del barrio, el q vio pasar toda su vida en un minuto, nos contó a los pocos días que el b... al q habían asaltado le había contado a unas "minitas" que trajo de "visita" q tenía 100.000$ en su casa! No hay que alegrarse de la desgracia ajena, pero la verdad que eso disminuyó bastante nuestra "sensación de inseguridad"...

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  9. JPP: dejaste afuera la parte mas jugosa!!! como no vas a contar lo del flaco que le dijo a sus amiguitas que tenia 100 lucas en su casa???? Igual me hiciste cagar de risa!!!

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  10. Muy bien guardado el suspenso. Me encantó; ¡y comparto totalmente el comentario del último anónimo!

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  11. jajaja! viste pluma? sin mí no sos nada... jajaja

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  12. Che, Pluma sentada, a vos te pasan todas!!!! ¿Sacaste un abono para lo bolonqui? Tenés una muy buena fuente de informacion en TJ. Se ve que son un equipo.... Muy buena la crónica !

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  13. Grande Juampi! Me hiciste reir varias veces pese a que estabas relatando una típica y triste realidad de nuestra sociedad. Dantesco el panorama de los civiles justicieros, de los super policías y, ni que hablar, del señor caco (para no tener problemas con los DDHH). Sólo quiero agregar a los excelentes comentarios de tus lectores que la edad quedó solapadamente develada con el comentario del tipo que se desgarró...eso fue transferencia. El que no lo corrió, más allá del chumbo, fuiste vos justamente para evitar esa consecuencia.
    Ahhh, para la próxima si querés ver lo que pasa en la esquina...espejito.
    La verdad excelente relato.

    JMO

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  14. Anónimo 2, yo toy dentro de los que no saben quienes son Henos y Rosco!!! jaja
    Muy buena pluma JPP!! suspenso atrapante! y coincido en que dejaste fuera una parte jugosa, lo de las 100 lucas no podeeees!!!

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  15. Caro: el chumbo lo habían encontrado bastante antes de que los policías vedette casi derribaran el portón del propio vecino. Se habían olvidado de avisarles.

    Fierro: muchas, pero muchas, gracias!!!

    Anónimo 1: no sé quién sos pero sé que sos tan viejo como yo porque estás en ese 20 x ciento.

    MC: otro viejo incurable que se pasaba las tardes de los sábados viendo a John Wayne.

    Emete: bienvenida al club de los que pierden el tiempo leyendo este blog. La patrona escuchaba mientras yo le relataba (no tan exagerada como acá).

    Anónimo 2: aguante silvio soldan. Lástima que el Beto nunca vio cómo saltaba cuando se abría el cofre!!

    Cavernicola: posta eh!

    ABC: acepto la propuesta siempre que hagas preguntas tan pelotudas como la media de cronistas que hoy desfilan por los noticieros.

    TJ: no sé si enojarme por deschavarme con la parte de la historia que me olvidé de agregar o por recordarme que tengo un pariente que hace preguntas todavía más pelotudas que la media de los cronistas.

    Anónimo 3: ves lo que te digo, TJ??

    Anónimo 4: si lo encontraste, entonces no estaba tan bien guardado! Maliisimooo.

    TJ: hablamos en casa...

    Nevado: great team, sí señor.

    JMO: 90 minutos a ritmo casi profesional...

    Saraza: preguntale a tu hermano PP, capaz que alguna vez vio Los Duques de Hazzard...

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  16. Notable, Enzo... notable !!! Muy buena movida, pero me recomendás esa zonita como para mudarme por ahí o es zona de riesgo ?? jajaja. Gran abrazo, el Ogro Fabbiani

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  17. Ogro querido, hoy te violan adentro de un country... venite con nosotros, te vas a divertir...

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